La guerra del coche:
Google será el nuevo rival de Uber
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Fuente: expansion.com
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Google prepara su propio servicio de transporte alternativo en
vehículos particulares para competir con Uber, compañía de la que es hoy uno de
los mayores inversores.
Google se aleja cada vez más de sus orígenes como motor de búsqueda.
Entre sus últimas inversiones figuran, entre muchísimos otros, negocios tan
diversos como móviles, gafas, robots, tarjetas bancarias, lentillas o cucharas
para enfermos de Parkinson.
A todos ellos sumará pronto un servicio revolucionario y que dará
mucho que hablar: una plataforma de transporte en coches particulares que será
competencia directa de Uber y para la que ya está preparando una aplicación
móvil. En sus comienzos, Google podría ofrecer coches con chófer, para
evolucionar después hacia los vehículos autónomos, esto es, sin conductor,
según reveló ayer la agencia Bloomberg.
En realidad, no es algo nuevo para Google, pues la firma no partiría
de cero en este negocio. Ya en 2013, realizó a través de Google Ventures la
mayor inversión de su historia al inyectar casi 260 millones de dólares en
Uber, donde sentó en la junta directiva a uno de sus vicepresidentes, David
Drummond.
Este conocimiento se suma a que el
servicio encajaría perfectamente con la ambición personal de Larry Page,
consejero delegado de Google, de reinventar el transporte y crear ciudades
eficientes, con coches autónomos circulando por las calles para recoger y dejar
pasajeros a precios más económicos que los del taxi. Las leyes están aún lejos
de imaginar este escenario, pero la firma espera tener listos sus nuevos
vehículos en un plazo de dos a cinco años.
Uber, muy preocupada
Ese futuro no agrada a Uber, donde
han visto ya capturas de la aplicación de Google y no niegan sentirse
«profundamente preocupados». La ventaja de la firma del buscador es sobre todo
tecnológica y, de hecho, Uber usa datos de Google Maps para alimentar las
aplicaciones que usan sus conductores. Ese acuerdo podría terminar si Google
definitivamente arranca su propio servicio, así que Uber perdería a su
principal inversor y al gran soporte de sus servicios tecnológicos.
Eso pondría otro obstáculo difícilmente salvable en el camino de Uber,
que en los últimos meses ha estado presionada por la competencia directa de
Lyft y por la guerra con el sector del taxi, que ha provocado incluso su
prohibición en España.
En este contexto, Uber no ha tardado en mover ficha, y ayer mismo
anunció una alianza con la Universidad de Carnegie Mellon para desarrollar su
propia tecnología de coche autónomo. Sus posibilidades pasan también por
asociarse con otros fabricantes de automóviles que están desarrollando
vehículos sin conductor, como Mercedes, Audi o Tesla. En el mercado, los
rumores incluso barajan que Google termine comprando Uber.
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