El BCE obligará a reformular las cuentas de los bancos
si descubre irregularidades contables
·
Fuente: expansion.com
·
Con la
revisión de la calidad de los activos (AQR), la prueba que sirve de punto de
partida para los test de estrés, el Banco Central Europeo (BCE) quiere obtener
una foto fidedigna de la salud de las entidades financieras que estarán bajo su
supervisión directa a partir del próximo 4 de noviembre.
A día de
hoy, solo los técnicos del organismo que preside Mario Draghi conocen el
alcance de lo que se ha descubierto tras poner la lupa sobre los balances de
los 120 principales bancos de la UE a cierre de 2013.
El BCE
quiere tomar las riendas de la supervisión única con la casa limpia para poner
en valor el rigor de sus exámenes, por una parte, y para evitarse problemas
futuros provocados por bancos en mal estado, por otro. De las dos formas
persigue apuntalar su prestigio.
Con este
planteamiento en mente, el supervisor en ciernes obligará a los bancos a reformular
sus cuentas auditadas del ejercicio 2013 si identifica irregularidades
contables en la revisión de la calidad de los activos o detecta faltas que lo
requieren según la normativa local.
Para que el
BCE llegue a este extremo el hallazgo ha de ser de gran magnitud, ya que
reformular las cuentas de 2013 que han sido auditadas y registradas por las
autoridades competentes y forman parte de la información pública a disposición
del mercado podría acarrear muchos problemas para las entidades. «En ese escenario
se podría suceder una oleada de reclamaciones y demandas tanto de accionistas e
inversores por información engañosa», explica un experto que prefiere mantener
el anonimato. «Desatar un mecanismo así tendría consecuencias muy graves,
incalculables, para los bancos afectados y quizá para los mercados», añade.
El resto de
modificaciones que haya que acometer a la luz del análisis pormenorizado de la
calidad de los activos de los bancos se incorporará previsiblemente en las
cuentas correspondientes al periodo inmediatamente posterior al AQR, en el
tercer trimestre de 2014 o en las del conjunto del año. Provisiones y modelos
internos
En concreto,
aquí entrarían las correcciones de importancia a las provisiones específicas
para exposiciones dañadas, tanto a escala individual como colectiva. Esto
también podría conducir a las autoridades competentes a exigir cambios en los
modelos internos de evaluación de riesgos aplicados por el banco de que se
trate.
Con el
objetivo de representar adecuadamente todas las pérdidas incurridas y esperadas
de los bancos, se calculará una ratio de capital de máxima calidad (CET1) para
cada uno de los bancos a la luz de los resultados del AQR según las normas de
Basilea III en vigor desde el 1 de enero de 2014. Esta ratio no sustituirá la
recogida en las cuentas auditadas de los bancos en el ejercicio 2013 aunque sea
el reflejo más fiel de lo que el BCE cree que es el capital de máxima calidad
de cada banco para ese periodo. La utilidad de esta ratio es doble.
Por una
parte, los bancos deberán contar con una ratio mínima del 8% para superar el
AQR. Por otra, servirá de punto de partida para computar los resultados de los
escenarios base y adverso del test de estrés tras aplicar las hipótesis
macroeconómicas correspondientes. En el escenario base, para aprobar hay que
obtener también un capital del 8%, y en el adverso, un 5,5%. Si una entidad
registra un déficit de solvencia en cualquiera de estos tres ensayos tendrá un
suspenso en la calificación definitiva del examen global, bautizado comprehensive
assessment.
No hay comentarios:
Publicar un comentario